Un argentino procedente de Italia, que llegó los primeros días de marzo de 2020 a Puebla, para impartir unos cursos en la automotriz Volkswagen, fue el primer caso de Covid oficialmente registrado en el estado.
"Aunque esta persona dio positivo a las pruebas aplicadas, en estos momentos no presenta evidencia clínica del padecimiento, por lo que se considera un portador asintomático", indicó la Secretaría de Salud el 9 de marzo de ese año en un boletín.
En un plazo de dos años, la pandemia ha dejado en la entidad no sólo crisis económica, enfermos, consecuencias educativas y académica, sino también dolor y muerte en decenas de miles de hogares poblanos.
En la investigación del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, “Características de las defunciones registradas en México”, revela que hay un exceso de 57.8 por ciento en las muertes que registró el estado de Puebla en el periodo de enero de 2020 a septiembre de 2021, de forma preliminar se contabilizaron 109 mil 433 muertes, un incremento superior a los 40 mil decesos a los estimados para ese periodo.
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El martes pasado, mi compañera Victoria Ventura publicó en El Sol de Puebla los datos de la Secretaría de Salud local que consideran que en ese periodo hay un acumulado de 14 mil 744 defunciones por coronavirus, pero 25 mil 342 muertes (63.2 por ciento), pudieron estar asociadas a la misma enfermedad.
“Los datos del INEGI también exhiben que entre enero y septiembre del último año el número de muertes preliminares registradas en Puebla fue de 53 mil 53, de los cuales el 56.5 por ciento corresponden a hombres y 43.4 por ciento a mujeres.
“Este dato deja en evidencia que la entidad es el cuarto estado en el país que presenta la tasa más alta de defunciones registradas por cada 10 mil habitantes, con 79.7 decesos. Además, la entidad supera la tasa nacional que fue de 68.8”.
Las cifras del INEGI son recolectadas con base en los registros de certificados de defunción, suministrados por las Oficialías del Registro Civil y los Servicios Médicos Forenses o sus equivalentes en los estados.
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Por su parte el médico general, Francisco Javier Morán, declaró que las posibles causas de este exceso de mortalidad en Puebla se deben a la pandemia por Covid-19, así como los generados por la incidencia delictiva.
“El mal manejo de la pandemia, la falta de instalaciones hospitalarias y la adecuación de las mismas, además de la falta de insumos médicos en los hospitales, pueden ser las razones por las que existe un exceso de muerte, mientras que, en el tema de la inseguridad, el aumento de los asesinatos y secuestros pudieron alterar las cifras”, comentó.
Dos años terribles para Puebla, que se ubica como una de las entidades con mayor número de muertes por habitante y en mucho por la pandemia de Covid.
Hay luto, que se siente y se vive, en el estado.
De las anécdotas que se cuentan
Algunos medios locales en Monterrey, comenzando con la conductora de “Telediario”, María Julia Lafuerte, se lanzaron con todo para que la gente en la zona entienda la magnitud de lo que viene en unas semanas.
Con una sequía inesperada y el desdén por parte de distintos gobernadores, comenzando por Samuel García y, Jaime Rodríguez Calderón, no se ha trabajado para solucionar el problema del abasto, incluyendo la opción desesperada de llevar agua desde el Río Pánuco, algo posible, aunque muy complicado y en lo proselitista, poco rentable.
Así, se espera una gran crisis sobre la ciudad de Monterrey y su zona metropolitana, porque las presas Cerro Prieto y La Boca, que son sus principales abastecedoras, tienen agua para unas dos semanas.
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El reportero entró al portal de la Comisión Nacional del Agua y al consultar el “Sistema Nacional de Información del Agua, Monitoreo de las Principales Presas de México”, los datos son incontrovertibles.
La Presa Cerro Prieto (“José López Portillo”) tiene el nueve por ciento de su capacidad (27.000 hm³) mientras que la Presa La Boca (“Rodrigo Gómez”) tiene un 19 por ciento, pero su volumen de almacenamiento es muy pequeño, de 7.376 hm³.
Ahora, viene una crisis hídrica en: Monterrey, Guadalupe, San Nicolás, Santa Catarina, Apodaca, Escobedo, San Pedro, García y Juárez.
Será asunto de días para esperar la respuesta en Palacio Nacional, porque en muy poco tiempo, el motor industrial de México se quedará sin agua.
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*BC