El juzgado Décimo de Distrito de Amparo en Materia Penal de la Ciudad de México negó el amparo al expresidente de la Cooperativa Cruz Azul, y presidente del club deportivo, Guillermo Héctor Álvarez Cuevas, así como a su hijo Guillermo Robín Álvarez, contra las órdenes de captura solicitadas por la Fiscalía General de Justicia de la Ciudad de México.
El secretario en funciones de juez del Juzgado Décimo de Distrito de Amparo en materia Penal rechazó concederles la protección de la justicia federal contra la orden de captura que en agosto del año pasado libró Agustín Moreno Gaspar, juez de control del Sistema Procesal Penal Acusatorio de la Ciudad de México, adscrito a la Unidad de Gestión Judicial Doce, por el delito de administración fraudulenta por 2 mil 257 millones de pesos 411 mil pesos.
El 2 de junio de 2020, integrantes del Consejo de Administración en funciones de la cooperativa interpusieron una denuncia en la que acusaron a Billy Álvarez y a nueve personas más de crear un fideicomiso sin contar con las facultades legales ni con la autorización en asamblea de socios.
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Las investigaciones realizadas por la Fiscalía capitalina están relacionadas con el supuesto delito, cometido por ambos, así como otras personas, de administración fraudulenta por un monto de dos mil 257 millones 411 mil pesos.
Así continúan en marcha las órdenes de aprehensión en su contra por defraudar a la Cooperativa La Cruz Azul.
Desde agosto de 2020, Guillermo Álvarez, quién por más de 32 años dirigió la cementera y al club de futbol, se encuentra prófugo de la justicia.
Guillermo Álvarez también enfrenta una orden de aprehensión a nivel federal. El 29 de julio de 2020, un juez federal con sede en el Centro de Justicia Penal Federal en Almoloya de Juárez, Estado de México, libró la primera orden de arresto en su contra por la presunta comisión de los delitos de operaciones con recursos de procedencia ilícita y delincuencia organizada, motivo por el cual es buscado por Interpol.
Amenaza tras derrota
Por otra parte, Juan Reynoso, técnico cementero, estaba tan furioso como decepcionado de sus jugadores tras la derrota de Cruz Azul en el Estadio Universitario.
Perder una ventaja de dos goles y caer ante los Pumas destrozó el corazón del técnico del Cruz Azul, quien ha exigido a sus futbolistas que modifiquen su actitud o habrá muchos cambios en la alineación ante Monterrey.
Al peruano no le temblará la mano si nota que hay falta de disposición de los jugadores.