Cuando una persona llega a los 50 años, la perdida de pesos se convierte en una aspiración mucho más difícil, porque se tiene una pérdida de músculo y hueso, mientras que la ganancia de grasa se ve favorecida.
En el estudio se observó como los pacientes que incrementaron una hora de sueño a su rutina, consiguieron una reducción de 270 kcal en su consumo diario.
La falta de sueño tiene un efecto negativo en la regulación del apetito, lo que puede incrementar la ingesta de alimentos. Si bien, ingerir una dieta balanceada puede contenerte de subir de peso, el poco descanso puede ser el factor que no te permite lograr tus objetivos.
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La grelina es la hormona que regula nuestro apetito, y su producción aumenta durante el tiempo de sueño. La falta de un descanso apropiado puede iniciar una serie de problemas de origen metabólico como el aumento de cortisol, también conocida como la hormona del estrés. Este aumento puede facilitar la acumulación de grasa en el cuerpo, por ende aumentando el peso.
La combinación del tiempo de descanso, una dieta saludable y actividad física constante son claves para el control del peso. Solamente hacer una de estas no garantiza resultados, así que lo mejor es mantener un estilo de vida saludable de forma integral.
*ANN
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