Sigue la guerra por el control del noreste de Puebla Capital y a juzgar por el marcador, no se vislumbra aún a un vencedor, en el entendido que las autoridades están concentradas en aferrarse al MICO (miedo, indiferencia, complicidad y omisión).
Es menester sugerirle que, si se desplaza por la zona caliente, lo haga con cuidado: me refiero a una especie de rectángulo mal trazado, que va desde la Central de Abasto, baja al Mercado Hidalgo, La Unión, La Cuchilla y termina en el Mercado Morelos o, en todo caso, en El Campanario.
Tres hechos recientes se complementan sin importar quién será el vencedor. De cualquier manera, la franquicia de CJNG en Puebla Capital recibirá lo suyo, a menos que algo muy raro ocurriera.
El primer hecho es uno que usted recuerda, del 31 de octubre, en las instalaciones del Mercado Morelos, en donde un grupo de colaboradores de “El Gabo” entró a ejecutar a otro que se encontraba en las oficinas del recinto, haciendo guardia, no escrutando estados financieros.
Contra lo que la autoridad señala, en el sentido de que fue un tema administrativo porque la sangre corrió al interior de una oficina (en esa lógica, si los hubieran matado en el estacionamiento, ¿sería un hecho de tránsito?), la realidad es peor: tanto eran criminales los agresores como los agredidos. El mercado está feudalizado por grupos de alto impacto.
A menos que a usted le parezca que “El Huevo” desempeñaba actividades propias de administrador de empresas y uno de los agresores de éste, “El Vocho”, fuera algo así como un competidor comercial que entró a disuadirlo de sus intenciones, mostrándole su portafolio de enseres para el hogar
El segundo hecho es justamente la detención de “El Vocho”, capturado el 13 de noviembre en Amozoc, conocida casa de seguridad del crimen organizado en la entidad poblana.
Recordará usted que le comenté que “El Gabo” había hecho un pacto con Christian Romero “El Grillo” para recuperar su añorado Mercado Morelos, pero en el camino fue traicionado, ya que aquel se vendió a “El Michoacano” y así inició una guerra entre “Michoacanos” y “Grillos”, con un alud de pandillas oscilantes entre la asociación con alguno de los combatientes y tratando de hacerse de un pedazo en ese lugar.
Del mismo autor: El cobro de piso, sin escape
La relevancia de “El Vocho” confirma lo que he escrito en este y otros medios: que algunos militantes de “El Grillo” se torcieron a favor de “El Gabo”. Francisco “El Vocho” fue uno de los más letales y disparatados colaboradores de Christian Romero.
Aquí cabe insistir: tanto un agresor, “El Vocho”, como un agredido, “El Huevo”, trabajaron para “El Grillo” y “La Patrona” y después, terminaron de fea forma. No debe olvidar esto, porque habrá más traiciones en el camino.
Francisco sirvió de todo un poco a la causa de Christian: fue narcomenudista, poste, halcón, sicario, con un historial efímero en San Miguel, nada importante, considerando que la Puerta Giratoria lo sacó de inmediato, como en aquel asunto de la portación de arma de fuego que no mereció atención del juez
“El Vocho” tiene mucho que contar: por ejemplo, puede documentar parte de la historia de los cadáveres de Amozoc que fueron trasladados desde el estacionamiento del Mercado. También puede ofrecer datos que engarcen investigaciones respecto a la participación de “El Costras” en tales actividades.
Y, el tercer hecho es el atentado contra “El Aquino”, hombre clave de Francisco “El Caimán” para los asuntos de cobro de piso en La Cuchilla, el sábado 18 de noviembre por la noche, justo enfrente de una casa de empeño de la zona.
No olvide que “El Caimán” está aliado con “El Modesto” y ambos tienen intereses en distintas juntas auxiliares, pero también en la Central de Abastos, considerando que ahí levantaron a un agente de Inteligencia de la Guardia Nacional y después lo mataron.
Lo anterior señala dos cosas: no pocos de los actuales integrantes de los servicios de inteligencia federal, carecen de las capacidades técnicas que su función entraña, dejándolos en un riesgo inminente y, los criminales no estarán certificados en esas lides, pero son mucho más eficientes a la hora de detectar a un visor adentro de un mercado
Y viene más: los amigos comentan que ya se sabe quién mandó levantar a “El Profe” en las inmediaciones del Hotel One. Tal y como lo comenté en su momento, están conectadas las masacres en el norte de Puebla Capital y la ejecución del antiguo Zeta, por un tema nada desconocido en el estado: el huachicol.
Así están las cosas en un territorio adonde la agenda es dictada por los criminales y las autoridades se aplican a lo suyo: a echarse la culpa a carretadas.
*ARD