Es tal la labor del elemento de seguridad que incluso éste es habilitado para entrar a la cancha junto con el argentino, moverse en las líneas laterales y activarse en caso de que alguien, ajeno a los 22 jugadores de la cancha, quiera acercarse al astro.
De hecho, la labor es titánica, pues el guardaespaldas debe moverse al mismo ritmo que lo hace el uno de los mejores jugadores de la historia, quien constantemente está cambiando de velocidad durante todo el encuentro.
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En ocasiones se le ve más adelantado, casi pisando la línea de banda, pero sin despegar la vista sobre el argentino. Incluso, el elemento de seguridad sale a la par del argentino cuando este se dispone a realizar el calentamiento, y lo escolta hasta el vestidor una vez que concluyen los encuentros.
¡LOS INVASORES DE CAMPO NO LLEGAN A MESSI!
Mientras la Leagues Cup ha batallado en temas de seguridad y logística, todavía no existe ser humano que pueda llegar a Messi, desde la cancha, como jugador del Inter Miami.
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En el duelo de ayer ante Philadelphia Union, un joven aficionado libró toda la seguridad posible desde las grandas, entró al terreno de juego en pleno partido y corrió directo hacia Messi.
Justo cuando estaba cerca de llegar a su objetivo, una imponente figura se atravesó en su camino y lo interceptó. Era justo el guardaespaldas, quien apenas vio al seguir acercarse y entró al terreno de juego para impedir que llegara con el argentino.
De hecho, otras figuras como Jordi Alba y Sergio Busquets no cuentan con este cuerpo de seguridad, a ellos se les observa más libres y sin nadie que les haga marca personal, como cuando Messi baja del autobús.
*MG